En el municipio de Peraleda de la Mata encontramos este magnífico templo religioso, bajo la advocación del apóstol Santiago.
Esta construcción de estilo gótico-renacentista, al contrario que las demás iglesias de la zona, que fueron erigidas por obispos o nobles, fue costeada por los propios parroquianos, en una época en la que Peraleda era una de las poblaciones más grandes y pujantes del oeste cacereño.
El edificio consta de tres tramos separados por arcos fajones y cubiertos con bóvedas de crucería gótica, por lo que todo el peso de la cubierta se concentra en tan solo 5 arcos, sostenidos por contrafuertes exteriores. Esto permite muros muy altos y libres de carga, como en una catedral gótica.
«Acceder a su interior supone descubrir las muchas curiosidades que allí se esconden»
La iglesia cuenta con un órgano muy especial y valioso, ya que es el único órgano de Manuel de la Viña, uno de los mejores organeros del barroco español, que sobrevive. Quedan varios más en conventos y catedrales, pero éste es el único que ha conservado los tubos originales, de modo que es el único que conserva el sonido barroco original creado por de la Viña.
En el ábside destaca un impresionante retablo barroco, realizado por un discípulo de Churriguera. El diseño está inspirado en el imponente retablo que adorna la iglesia de los dominicos en Salamanca. Dos retablos laterales del mismo estilo lo prolongan y rematan la decoración barroca hacia ambos lados.
Tras el retablo mayor barroco se esconde oculta la joya más importante de la iglesia. Se trata de un retablo renacentista realizado con la técnica del esgrafiado al estilo italiano, único en su género y en un aceptable estado de conservación.
«Oculto a la vista está este retablo renacentista tan especial, que se ha convertido en uno de los mayores atractivos de la población»
Llama la atención también de esta iglesia el cuadro de grandes dimensiones ubicado en el altar de las Ánimas, porque a pesar de conformarse perfectamente a la fe católica, quien no sepa leer por completo las sutilezas de su atrevido lenguaje lo encontrará sorprendentemente herético.