Este castillo, ubicado en el municipio cacereño de Belvís de Monroy es una estructura militar de carácter defensivo, cuya construcción se inicia en el siglo XIV con motivo de los fenómenos de repoblación vinculados a la Reconquista.
Es en este contexto cuando Sancho IV, dona el llamado “Cortijo de Belvís” a Don Hernán Pérez del Bote, dándole permiso para edificar casas fuertes y repoblar la zona, otorgándole además el título de señor de Belvís.
Pero el origen del castillo vendrá de la mano de Alonso Fernández del Bote (nieto de Don Hernán), quien en el año 1309 procede a construir la casa fuerte (que probablemente consistiría en una torre y un recinto a su alrededor), sobre la cual, sus descendientes irán edificando el castillo posteriormente.
«Este imponente castillo jugó un papel fundamental en el poblamiento y defensa del territorio»
Al tratarse de una edificación de origen medieval, podemos observar en ella una primera estructura conformada por la torre del homenaje y el recinto amurallado, que se corresponde con su cometido inicial de servir como estructura defensiva.
Con posterioridad, se le fue dotando de nuevas dependencias que hacían la vida más cómoda a sus moradores, como la zona residencial de estilo palaciego que fue erigida en el siglo XVI en el interior de sus muros, o las últimas ampliaciones (ya en ladrillo) que se acometieron en el siglo XVIII.
Tras las guerras de Sucesión y de la Independencia, el castillo sufre un abandono y posterior deterioro que le lleva hasta el estado ruinoso de hoy día.
En la actualidad, el edificio es una propiedad privada y el acceso al mismo se encuentra vedado; no obstante, se pueden visitar sus alrededores y admirar la belleza de su construcción desde el exterior, así como asomarse al gran mirador que junto a él se encuentra.
